La conocida frase del arquitecto prusiano Mies Van der Rohe, “menos es más” ha sido una ley en el diseño de logotipos, y en los últimos años ha intensificado su vigencia en el universo de la identidad corporativa.
Durante las últimas décadas, la tecnología de impresión trajo versiones de logotipos con multiplicidad de efectos: brillos, sombras, cromados… por suerte todo eso se esta dejando muy atrás y se vuelve a la síntesis absoluta que tuvo su auge en los 70s, pero con una delicadeza de lineas aún más delgadas y muy poco uso del color.
Esto está ocurriendo en todos los rubros, pero la industria automotriz ha dado muchísimos ejemplos en estos últimos dos años donde la tendencia en marcas globales es decididamente intensa.
Dejo ejemplos de la renovación de logotipos y su inmediato antecesor para demostrar que, con más fuerza que nunca, la simpleza de lineas puede más que todos los efectos.
